Inversiones electorales, riesgo calculado e inminente triunfo del presidente Abinader

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Por Francis Estevez, editor de CabezaNoticias y EconomíaAlDía

 

 

Inversiones electorales: ¿riesgo calculado o práctica perversa?

 

En la República Dominicana, las elecciones han sido históricamente un terreno fértil para la corrupción y el clientelismo político. Durante el periodo 2004-2020, el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) se consolidó como la fuerza política dominante, gracias a una estrategia que incluía la presunción de invincibilidad y de inevitabilidad de triunfo, lo que minaba la moral de los partidos de oposición y los llevaba a hacer inversiones electorales. Estas inversiones electorales constituían un riesgo calculado para garantizarse pingües beneficios que incluían desde puestos en el gobierno hasta altas sumas de dinero como "logística" de trabajo electoral. Esta lógica coyunturalista, oportunista,  brutal y repugnante de corporativización de la actividad política que impuso el PLD, incluyendo los que hoy son parte de la Fuerza del Pueblo, ha venido a perseguirlos ahora y a decretar su temprana, irremediable y agonizante derrota electoral. Resulta que la proyección de triunfo del presidente Abinader  y la tardanza de los opositores en hacer alianzas claras, creíbles y posibles, ha minado la fe de esos actores que por los últimos 20 años decidieron elecciones y que hoy no tienen la más mínima confianza en que este triunfo sea posible, ni siquiera una segunda vuelta. Ante esta eventualidad, una poderosa nube de hongos, cual bomba nuclear, lleva al Abinader a un sitial inalcanzable por los opositores. Ese pesimismo que otrora afectaba a los perredeístas, que hasta en el 2012 con más de 30 puntos de ventaja sobre Danilo Medina, dudaron de su triunfo y muchos traicionaron su esfuerzo electoral, que hoy se apodera de las fuerzas vivas del mercado político dominicano. Ironicamente, el presidente Abinader es el fruto de un poderoso movimiento que buscó negar esa práctica asquerosa e indignante, y en gran medida ha encarnado ese discurso y ese deseo de las mayorías de las personas que desean un país con decencia y democracia.

 

¿Qué son las inversiones electorales?

 

Las inversiones electorales son una práctica común en la política dominicana, que consiste en invertir grandes sumas de dinero en campañas electorales con el objetivo de obtener beneficios políticos y económicos a cambio. Estas inversiones pueden incluir desde la compra de votos hasta la financiación de campañas políticas y la obtención de contratos gubernamentales. En muchos casos, estas inversiones son realizadas por empresas y particulares que buscan obtener beneficios económicos a través de contratos con el gobierno o de la obtención de licencias y permisos. En otros casos, son los propios partidos políticos los que realizan estas inversiones con el objetivo de obtener el control del gobierno y de los recursos públicos.

 

¿Por qué son un riesgo calculado?

 

Las inversiones electorales son un riesgo calculado porque, aunque pueden generar grandes beneficios políticos y económicos, también pueden llevar a la ruina financiera y política de quienes las realizan. En muchos casos, estas inversiones son realizadas sin garantías de éxito y pueden llevar a la quiebra de empresas y particulares que se endeudan para financiar campañas políticas. Además, las inversiones electorales pueden tener consecuencias políticas negativas, como la pérdida de credibilidad y apoyo popular, la pérdida de contratos y licencias gubernamentales, y la exposición pública de prácticas corruptas y clientelistas.

 

¿Cómo afectan las inversiones electorales a la democracia?

 

Las inversiones electorales son una amenaza para la democracia porque socavan la legitimidad de los procesos electorales y fomentan la corrupción y el clientelismo político. Cuando los partidos políticos y los candidatos dependen de grandes sumas de dinero para financiar sus campañas, se crea una dinámica en la que los intereses de los financiadores tienen más peso que los intereses de los ciudadanos. Además, las inversiones electorales pueden llevar a la concentración del poder en manos de unos pocos, lo que limita la participación ciudadana y la pluralidad política. Cuando los partidos políticos y los candidatos dependen de grandes sumas de dinero para financiar sus campañas, se crea una dinámica en la que los intereses de los financiadores tienen más peso que los intereses de los ciudadanos.

 

¿Qué puede hacer el presidente Abinader para desmontar esta estructura de perversidad y clientelismo?

 

El presidente Abinader tiene la oportunidad de desmontar esta estructura de perversidad y clientelismo que ha caracterizado la política dominicana durante décadas. Para lograrlo, debe tomar medidas concretas para fortalecer las instituciones democráticas y reducir la dependencia de los partidos políticos y los candidatos de las inversiones electorales. Entre las medidas que podría tomar el presidente Abinader se encuentran:

  • Promover la transparencia y la rendición de cuentas en la financiación de campañas políticas.
  • Fortalecer las instituciones encargadas de la supervisión y el control de las elecciones.
  • Promover la participación ciudadana en los procesos electorales y reducir la dependencia de los partidos políticos de las inversiones electorales.
  • Fomentar la educación cívica y la cultura democrática en la sociedad dominicana.

 

 Conclusión

 

Las inversiones electorales son una práctica perversa que ha socavado la democracia y la decencia en la política dominicana durante décadas. El presidente Abinader tiene la oportunidad de desmontar esta estructura de perversidad y clientelismo y sentar las bases para una democracia más transparente, participativa y plural. Para lograrlo, debe tomar medidas concretas para fortalecer las instituciones democráticas y reducir la dependencia de los partidos políticos y los candidatos de las inversiones electorales. Solo así podremos construir un país más justo, libre y democrático para todos los dominicanos.

 


 


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