La cadena de grandes almacenes Macy's se enfrenta a cambios significativos en su estructura de personal y operaciones.
La compañía anunció que despediría alrededor del 13% de su fuerza laboral y cerraría cinco tiendas para reducir costos y optimizar las operaciones. Estos despidos representan aproximadamente 2.350 puestos, aproximadamente el 3,5% de la fuerza laboral total de Macy's1.
Las tiendas están cerradas en Arlington (Virginia), San Leandro y Simi Valley (California), Lihue (Hawái) y Tallahassee (Florida)[^2^].
Macy's planea implementar medidas de eficiencia, como adoptar más automatización y subcontratar algunas funciones. Sin embargo, la empresa no especificó qué trabajos serían subcontratados1. Además, la compañía prevé reducir los niveles de gestión para agilizar el proceso de toma de decisiones1. Estos cambios estructurales demuestran una mayor flexibilidad y rapidez para adaptarse a las necesidades del mercado.
Como resultado de estos cambios, Macy's también planea invertir en áreas que tengan un impacto directo en los consumidores. Esto incluye agregar administradores de pantalla para mejorar la apariencia de las tiendas y actualizar las funciones digitales para una experiencia de compra en línea más fluida1.
En resumen, Macy's se está embarcando en una estrategia de reestructuración destinada a equilibrar la eficiencia operativa con un mejor servicio al cliente. Estos cambios reflejan la evolución de la industria minorista y las adaptaciones necesarias para seguir siendo competitivos en un entorno en constante cambio.
